Una pantalla de plasma[1] es un dispositivo de pantalla plana generalmente utilizado en televisores de gran formato, como (de 42 a 90 pulgadas). También es utilizado en televisores de pequeño formato, como (de 32 a 40 pulgadas). Una desventaja de este tipo de pantallas en grandes formatos es la alta cantidad de calor que emanan, por lo que no es muy agradable para un usuario que guste de largas horas de televisión o videojuegos. Consta de muchas celdas diminutas situadas entre dos paneles de cristal que contienen una mezcla de gases nobles (neón, argón y xenón). El gas en las celdas se convierte eléctricamente en plasma, el cual provoca que una sustancia fosforescente (que no es fósforo) emita luz. En la actualidad este tipo de pantallas ya no se fabrican.